Tres meses o uno para ver por ese
orificio, como cuando me dio sarampión morado. Uno no puede salir, pero ve algo
de luz. Adentro duele y pica mucho. Adentro, mi hijo sufre lo que una creativa
señora llama “aborrescencia”. Le dio fuerte. Así es esta familia, todo lo vive
con muchas ganas. A veces de existir, a veces de no. No hay elección, no
tenemos esa suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario