Conjuro

 


Al  corazón

Unas veces prendido; otras, rescatado, seco.

Al amor en stop frente al mar,

             dispuesto a sofocar los apetitos delirantes

                                                 de sus pupilas.

 

A lo torpe, al casi arrepentimiento. Casi vida, casi muerte.,

                                                                        casi absoluto.

Al disturbio de morarte. Al suelo que rompes, me lanzas.

Al reino que vengas.

                                  A lo blando de todo, adentro.

Allí donde te guardo.

Levanto mi copa. Un poco más y canto, sucedo.

A ti que caminas cerca y no me tocas.

A ti que no te creo.

A mí que soy mala en casi todo,           

                           salvo por exiliarte.

No hay próxima vez,

                                    nunca.

Así como entras, sales,

                             por la punta de mis dedos.

Salud!

Si yo...

     Me senté con las piernas abiertas en la camionetica. Poco a poco, el hombre tuvo que adoptar la decencia de una señorita, con los labios superpuestos. Mis enormes testículos fueron felices. 

Le contaría

      Nunca olvidé la ocasión en la que, una estudiante me dijo: Ay, profe, usted tan , bonita, felizmente casada, con un bebé precioso, trabajo estable, exitosa, con tanto futuro... así es fácil sonreír y motivar a que otros lo hagan. 'Para usted es fácil.'..Callé; me faltaba dolor, tiempo, ausencia. Si viera de nuevo a aquella mujer, le contaría que..no le contaría!, le daría una sonrisa.


Pájaro Triste

 Una falsa esperanza golpea más fuerte que mi realidad.  Así es el cerebro, compasivo; así los amigos, la familia. Que se vaya, que llueva! Que el brillo de esta canción lo aturda, lo lleve lejos. Desaparezca! Llegue a ningún lugar! Nadie quiere un pájaro triste en la ventana. 


Miedo

 

¿Qué es un torrente de aire entre las flores? ¿Qué esos huecos? ¿Qué este cosquilleo en las alas? ¿Qué se duerme menos mi mente? ¿Qué me asusta de lo hermoso? ¿Qué me llueve a pleno sol? Acaso el recuerdo de tus últimos días. Acaso me invitas a ese baile eterno en la noche. Yo no voy, recuérdalo, no aún. Soy melaza producto de la vida quemada desde entonces y para siempre ¿Me adhiero a tu espectro o él a mí? Déjame acá mientras llega la hora, ayúdame. Ayúdame a no irme; no digas mi nombre.

La paz

 

Hay un valor importante

Para poder convivir

Vale más que un diamante

Y es el camino a seguir.

 

Lo dijo Gandhi bastante

Que la paz es el camino;

Yo lo refuerzo conmigo

Cuando voy hacia adelante.

 

No hay otra forma de andar

Que repartiendo empatía;

Eso hace que la vida

Sea pacífica, además.

 

Los abuelos lo decían:

Ya no peleen, muchachos,

Parecen perros y gatos

Defendiendo su comida.

 

En mi casa hay un perrito

Que hasta duerme con el gato

Y se hacen cariñitos

Son amigos hace rato.

 

Aprendamos de mascotas

Que son seres inocentes;

Ya no nos queda de otra,

La paz es de inteligentes!


(Poema de mi hijo Juan Andrés)

Ataque

 Las notas , todas, bajas o agudas, 

penetran mi ventana de vidrio acuoso.

El volumen del mundo se dispara,

Silencien afuera, adentro,

Silencien a quien dice dónde ir, 

a quien empuja, 

Oculten los años,

la obligación.


Las pestañas no importan hoy,

Mi espejo devuelve 

lo que soy de verdad, 

una convulsión insoportable.


Me sostengo a duras penas

En un pedazo de cemento

Tengo miedo, sé por qué,

pero tengo el miedo

de una madre, uno grande.


Yo también soy débil, Vitia,

como quien cuida la ropa,

la casa, el dinero.

Tengo un ajuar sin uso, 

una casa en el suelo,

un jilguero en la lengua,

la cabeza alborotada.


Tengo dos obras

bajo mis alas.

Un río agrio también; 

lo siento ahora

en el temblor de mi boca, 

de mi perfil fuera de esa red.


Contengo todo,

el sabor amargo por dentro; 

me veo bien.

Alguien saluda mi foto

Respondo yo: No estoy.


No soy esa boca estirada.

No estoy. 

Atrás quedaron las botellas, 

el trasnocho,

los caminos eternos,

claros caminos de sol.


El ansia estira sus brazos,

me alcanza ahora, 

la saludo, la conozco de trato; 

sigo, no volteo, me hago la loca.

Unas puertas con buenos ojos

se abren. Me sostengo. 


He caminado bastante

como para saber

que estoy lejos, muy lejos.