No tengo
idea clara sobre el número; ni siquiera los nombres. Es que no son muy, no son
poco ni nada. Recuerdo que el Principito llamaba rosa a la rosa, como Gertrude
Stein. En estos días un amigo dijo que cuando ya se volviera loco, tendría
perros y se llamarían perros y vendrían todos a comer. Ése es mi argumento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario