XVI




          No tengo idea clara sobre el número; ni siquiera los nombres. Es que no son muy, no son poco ni nada. Recuerdo que el Principito llamaba rosa a la rosa, como Gertrude Stein. En estos días un amigo dijo que cuando ya se volviera loco, tendría perros y se llamarían perros y vendrían todos a comer. Ése es mi argumento.

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